miércoles, 30 de enero de 2013

LXXI

Para saber
si vos sos yo
si yo soy ella
la que corre
la que grita
cuando lo sujetan
de la cadera lo acercan
a la pelvis punzante
si fuimos otras
algunas veces
tal vez luchamos
o comimos con esta misma boca
que ahora...

gritamos palabras prohibidas
allá lejos en otros continentes
fuimos guerreros o prostitutas
si vos sos ella
fuimos otras

Sí, te agarro del pelo del pecho
lampiño
Sí, te traigo y te rompo
por atrás te exploto

Pero yo no soy más
ellas
las que cantaban a otros dioses
mientras cruzaban las piernas
para que no las amen más.

miércoles, 23 de enero de 2013

Foquista




I

Durante mucho tiempo
creían que estar fuera de foco
era un error.
No sabían que a veces
es la mejor definición.

II

En el Jardín querían
cosas definidas
siluetas bien marcadas
cada punto
en el punto correcto
de definición.
Yo jugaba
a ser borroso.

III

Me gusta estar
fuera de foco.

VI

Si la visual
no tiene la correcta distancia
y el ángulo no es bueno
los rayos de luz
te dejan afuera.

sábado, 5 de enero de 2013

bosquejo de poemita


En el principio
dios era el verbo
pienso entonces
en la tarea que nos dejó
la señorita
salgo a jugar con los chicos
con las bolitas
en que se transforman esos bichos
grises y chiquitos
tocamos las bolitas
la seño nos dijo
que el sustantivo es el nombre
de las cosas
primera lección sobre etiquetas y lenguaje
con los cascarudos
armamos rings de lucha libre
nos divertimos haciéndolos pelear
juntamos hormigas
las metemos en botellas
soñamos con que armen su casa
donde nosotros le decimos
como dios manda.

jueves, 3 de enero de 2013

La cabeza puede ser una piñata


La cabeza puede ser una piñata a veces, que así, de la nada, siente la necesidad de explotar. Pienso en una imagen que se me vino a la cabeza hace unos días y no parece querer irse.
Un hombre con túnicas coloridas arrodillado, mira hacia arriba y abre la boca. En la cabeza tiene un gorro bastante extraño, de esos que saben usar los árabes. Al frente de este hay otro hombre que sujeta una pinza grande, de esas que usaba el abuelo para mover las brasas cuando hacía asado los domingos. Casualmente, al final de la pinza sostiene una brasa ardiente. Sé que la brasa es ardiente por el color naranja brillante que parece explotar desde adentro de la misma. Pero este hombre tiene otra cosa extraña. Tiene alas, muchas alas y muchos ojos en las alas. Era como una mezcla de power ranger con goku. Mamá me dijo que era una especie de ángel. Más específicamente un querubín. No sé si fue por eso o mucho tiempo después que quise aprenderme los rangos que tenían los ángeles. Tampoco nunca me aprendí los rangos militares ni a leer las jinetas.
Ese ángel le estaba quemando la boca la pobre tipo. “Isaías”, me corrige mamá y me cuenta una historia. Lo más interesante era que este tipo tuvo una visión. Leímos el libro. Volví a ver la imagen. Pero lo que más me fascinaba era ver la brasa, roja y ardiente. Cuando prendían el fogón en casa me encantaba mirar las brasas. Mucho más cuando nos cortaban la electricidad y su luz rojiza llenaba el comedor, ahumado también cuando prendían mal el fuego.
Alguna vez quise tocar una brasa. La miré por mucho, mucho tiempo. El brillo se movía, se apagaba y prendía. Parecía un huevo del que estaba por salir una creatura mágica. Siempre me gustó mucho la magia, será por eso que prefiero escribir con lápiz y papel antes que con el Word. Miré por tanto tiempo la brasa que sentí un deseo impresionante de tocarla. Todavía no conocía muy bien el fuego ni las hogueras. Me quemé el dedo con el que toqué la brasa. No sé su grité o lloré o qué, no lo recuerdo pero al rato me creció una ampolla en el mismo lugar en que tenía la quemadura. Vino mi mamá con una aguja en la mano. Ahí sí grité, lloré, le pedí que no me pinchara por favor no que me va a dolor no por fa ma no quiero déjalo así me va a dolor por fa. Cuando me pinchó salió agua. El fuego me hizo salir agua del dedo. Así empecé a conocer la magia del mundo.

miércoles, 2 de enero de 2013

[Puerto Rosa]

Jugamos
a la escondida
está prohibido
abrir los ojos sin contar
y dar besos en la boca
pero no
en otras partes
cuando jugamos a la
escondida

[Puerto Rosa]

Pasar por debajo del alambrado
levantar el alambre de púas
me pregunté alguna vez
si lo llaman así porque produce pús
nunca supe la respuesta
o nunca quise volver a preguntar

Atrás del alambrado había
campos, plantas, yuyos, bichos
cosas perdidas a veces
bajarme el pantalón y hacer pis
de mentira
sólo para ver
si el de Julio también se para

Íbamos a la lomita
a cazar pájaros
cosas de nenes
sólo cosas de nenes

[ Puerto Rosa ]

Puedo esconderme en el ropero
habitar algún escondite secreto
soy maleable y plegable
me puedo esconder de tu esposa
detrás de la bragueta
o abajo de la gorra

Llevame
quiero ser tu
sirvien
ta